martes, 19 de febrero de 2008

23... un bonito número


De agua hasta el cuello en las últimas semanas, hoy me tomo un rato libre por el simple y rácano hecho de que hoy es mi cumpleaños. 23 dicen que cumplo. No es un número que me desagrade, todo lo contrario, siempre me ha unido mucho ese número. No por nada en especial, pero sí por ser las cifra que llevaba serigrafiada Michael Jordan en su camiseta.

Pensaréis, "vaya forma de empezar un post sobre tu cumpleaños"... Sí, es que en verdad no sabía cómo empezar. Y recordando mis tiempos mozos, el número que hoy asumo coincide con ese número mágico de aquel personaje que realmente marcó una época en mí. Puro fanatismo, más que nada. Pero me recuerdo de muy pequeño levantándome de madrugada para ver a Jordan ganar un anillo tras otro, con los Bulls de Chicago. Creo que por ahí comenzó a emeger mi enfermedad por los deportes...

En fin, curiosidades a parte, hoy es mi cumpleaños. Y aunque eso sólo signifique que a partir de hoy en los formularios donde te piden la edad tendré que sustituir un 2 por un 3, los cumpleaños son días en los que te levantas de buen rollo. Y es que, aunque dediques todo el día a las mismas cosas que harías en un día normal, parece que todo se ve diferente. Bueno, es que hoy es mi cumpleaños, piensas.

Contaros que mi cumpleaños comenzó realmente bien. Cenita de foundes y unas copichuelas con los de la Agencia. Ese Jose, oé. Grandes conversaciones sobre la maqueta del Melilla, los míticos corresponsales como Turel y momentazos de esas áreas de 50+místers+minuto a minuto.

El resto del día no tendrá mucho más. Blog, trabajo y Champions... a ver qué hacen estos capullitos de alelí en Roma. Y es que siendo martes (ni te cases, ni te embarques ni de tu família te apartes) tampoco se puede esperar demasiado más. Eso sí. Cada vez que mi móvil hoy suena se me dibuja una sonrisa. Gracias a todos.

Lo que sí hace de un cumpleaños especial es que durante todo el día te empiezas a plantear el mañana, recuerdas el ayer... Y yo recuerdo mis 22 como una gran etapa, un gran año que dejo atrás pero que nunca podré olvidar. Y es que en mis 22 conseguí uno de mis sueños, licenciarme en Periodismo; visité un paraíso llamado Riviera Maya; disfruté como un niño en la bella ciudad de Roma; conocí a grandes personas en un verano que, a pesar de estar trabajando, lo pasé bomba; asistí a la boda de dos personas que admiro mucho... También dejo atrás momentos, trabajos y personas que siempre guardaré muy dentro de mí.

En especial una personita que me ha hecho disfrutar de la vida en los últimos tres años y a la que le agradezco mil y una historias. Gracias, princesa.

Y por delante, ahora que por fin el AVE llega a Barcelona, hay propósitos, planes, una nueva vida. Muchos ya sabréis de mis planes de futuro, otros os enteraréis en breve. Sólo espero que mis 23 sean al menos tan buenos como mis 22 y que haya suerte, mucha suerte.

PD: Mis lok@s, gracias a todos.
PD2: Conexión Dublín-Barcelona. 23, Michael Jordan... Qué freaks... xD

domingo, 10 de febrero de 2008

Time to relax... relax....



Por esos días en los que no te preocupa nada, porque no hay nada de lo que preocuparse.

Por esos días en los que la moneda de cambio se transforma en sonrisas, besos, abrazos.

Por esos días en los que el tiempo no pasa, no corre, se para.

Por esos días que comienzan con una sonrisa y acaban con una carcajada.

jueves, 7 de febrero de 2008

"La vida que nunca tuviste"



Desde el primer día que vi este anuncio, me dejó perplejo. No sé vosotros, pero a mí no me gustaría que dentro de unos años me enseñaran cómo habría sido mi vida si hubiera decidido tomar un camino diferente al que tomé. Si de una cosa estoy seguro, es que en la vida siempre tomo el camino correcto para mí, aunque parezca la mayor locura que pueda haber. A veces me puede costar más o menos entender porqué tomo una senda y no otra. Pero, por suerte, siempre acabo valorando que ha sido lo mejor.

Quizás pienses que soy demasiado optimista. Pues sí, me gusta serlo. Me gusta saber que a pesar de que me equivoque con mis decisiones, he tomado el camino correcto. Me gusta escribir el propio guión de mi historia. Y que aquellas personas que considero importantes en mi vida, se encarguen de escribir muchas líneas en los diferentes capítulos. Le dan un toque de sentido a mi vida. Así que, gracias a todos por eso.

En estos momentos, estoy pensando en el título de un nuevo capítulo en mi historia. Quizás sea un capítulo importante.

Escuchando: Aquellas pequeñas cosas, Joan Manel Serrat.

sábado, 2 de febrero de 2008

Sábado, sabadete


Mañana del sábado en el Circuit de Catalunya, en Montmeló. Entrenamientos de Fórmula Uno en una matinal fría, nublada y gris. Gris para Fernando también, que en casa a quedado relegado a la sexta posición. El ovetense es un gran piloto, pero tiene una cacharra como monoplaza. Al contrario que Hamilton, que cuenta con un bólido de cuidado. Ojito con el inglés.

Eso sí, aquí a Hamilton lo tenemos cruzado de por vida. Aplausos para el asturiano en su paso por la chicane antes de la recta de entrada a meta; y gritos, insultos y butifarras al aire para el británico de McLaren. Montmeló rugía cuando Hamilton pareció tener problemas en la segunda variante. ¡S'anganchao, s'anganchao!

Siempre me pierdo para ir a La Roca Village. Qué mal que está señalizada. Una cabezadita después de comer. Ahora a ver ganar al Madrid. Luego toca mojarse los morros con los compañeros del curro y un poco más tarde al hawiaiano, a honrar los 23 del maestro Ram. ¡Qué grande eres, caballero! ¡Puxa Alonso!